Cuando tenemos un hijo adolescente, nos preocupamos porque sabemos que al estar en la calle está expuesto a más situaciones de riesgo que en casa, pero, cuando es un bebé o un niño, la mayor cantidad de accidentes se registran en el hogar, teniendo en cuenta que las viviendas están diseñadas para los adultos, debemos ser conscientes que pueden convertirse en una autentica amenaza para los niños, por lo que velar por la seguridad de los más pequeños empieza en casa.

Pese a los avances de la ciencia, la medicina y la esperanza de vida, uno de los mayores riesgos para los niños se encuentra en nuestra casa; basta decir que en la Unión Europea la mortalidad infantil por accidentes domésticos supera a la suma de las muertes por enfermedades infantiles y aunque no hay un hogar absolutamente seguro, muchos accidentes se pueden evitar siguiendo unas medidas básicas de prevención y seguridad.

La "Guía de Práctica de Seguridad Infantil en el Hogar", tiene como objetivo ser un material complementario para crear un hogar más seguro y servir de apoyo para educar a los niños sobre la importancia de la prevención como primera medida para evitar accidentes.