¿Cómo empezó todo? ¿Quién está ahí fuera organizando las cosas? ¿Es infinito el universo o solo bastante grande? ¿Qué es un agujero negro? ¿Cuál es la estrella más gorda? ¿Por qué Saturno puede tener anillos y los demás planetas no? ¿Es malo ser capricornio? ¿Por qué Hawking vende tanto? ¿Hay vida inteligente fuera de la Tierra? ¿Y dentro?
Todas estas cuestiones y muchas más que ahora no se nos ocurren tienen cabida en este completísimo volumen pergeñado por Isac con el rigor que le caracteriza, pero ello no debe preocuparnos porque hemos aplicado al texto un programa informático que corrige los errores y suprime las sandeces y las imprecisiones y lo deja todo tan niquelado como si hubiera salido de la pluma del mismísimo Punset, solo que a un precio de saldo que debe de aprovechar antes que lo retiren, porque saldo es todo lo que concibe este hombre a la media hora de salir de la imprenta. Aproveche la oferta antes que los guillotinen o vayan a las escuelas del tercer mundo. Aquí encontrará cualquier cosa que necesite conocer de este universo, puede que incluso de algún otro, pues este volumen es completísimo y ya el título nos anuncia bien clarito que trata de Todo sobre el universo, y todo es todo, aquí y en Lima. Nosotros no lo sabemos porque no nos gusta leer y el tema del universo nos aburre sobremanera, pero este hombre tan serio y bien aspectado nos causa siempre magnífica impresión cada vez que lo vemos con su trapo y su cubo en los semáforos, y si dice que está todo, pues estará todo, así que lo leen y si falta algo ya lo comentamos.
Desde luego el libro es lo bastante gordo como para que no haya quedado una estrella por conocer ni una luna sin explorar. Sin embargo, hay otro libro sobre el universo, más corto y birriejo, que el mismo autor ha hecho circular por las gasolineras y que no le aconsejamos en absoluto, no solo porque sea más barato y saquemos menos con él, sino porque está hecho con desgana y desapego y concebido solo para espíritus perezosos e indolentes. Y usted no es de ésos. Usted es de los que se tragan libros gordos no importa el precio para saberlo todo acerca de las cosas y presidir luego con acierto una sociedad cultural o una comunidad de vecinos. Así que no nos defraude. No nos venga ahora con que usted resulta ser de los morralleros que compran libros cortos y baratos solo para coger el sueño u ocasionalmente tener algo en que distraerse mientras obra. Pero para eso bastaba el crucigrama, no un tratado sobre el universo. Qué decepción. No esperábamos tal cosa. Y pensar que Isac se ha documentado con ilusión hasta en lo de la Teoría de Cuerdas para no dejar un solo cabo suelto, como bien nos dijo, guiñándonos un ojo y dándonos con el codo, como para que celebráramos con él la pretendida ocurrencia. Ande, compre el libro gordo y no haga que nos enfademos.